Andreas Perrot: Con motivo de la construcción del reloj más grande del mundo en La Meca, el cliente se fijó en nosotros y nos consultó su proyecto a través de nuestra página web.

Tras las primeras deliberaciones acerca de la petición, invitamos al cliente a Calw, para presentarle nuestra idea y nuestro concepto para el proyecto. El contacto personal nos permite definir más fácilmente los detalles, además el cliente tiene la posibilidad de visitar nuestra fábrica y comprobar por sí mismo nuestra pericia.

El cliente quedó sorprendido, no solo por el hecho de que ya hubiésemos fabricado el reloj más grande del mundo, sino además por nuestras exigencias de calidad, la larga tradición de nuestra empresa y el correspondiente nivel de conocimiento.

Andreas Perrot: Para un pedido como este necesitamos unos seis meses. A menudo esto depende del alcance de los acuerdos técnicos.

Andreas Perrot: El cliente quería construir el segundo reloj más grande del mundo, para adornar el edificio de la empresa familiar con una característica exclusiva. En función del presupuesto disponible acordamos el tamaño final que debía tener el reloj.

Andreas Perrot: Con un diámetro de unos 14,5 metros, el reloj será el segundo más grande del mundo. Los números del reloj tendrán un tamaño de 2,56 metros. Solamente las agujas para una de las esferas del reloj pesan 1.600 kg. El reloj será instalado a una altura superior a 100 metros.

Andreas Perrot: Los retos principales de este encargo están determinados sobre todo por las condiciones climáticas reinantes en Dubai. Deben considerarse cambios de temperatura extremos. Las condiciones ambientales, como por ejemplo la arena y el fuerte viento también influyen. La presencia de tormentas de arena hace necesario el empleo de lubricantes especiales que impidan que la arena se adhiera. Asimismo, la técnica de conmutación y los motores deben diseñarse para estas condiciones.

Además la planificación de la estructura de soporte y los cálculos estáticos deben ser exactos, a pesar del diseño tan especial. 

Andreas Perrot: Partimos de una vida útil aproximada de 50 años para un reloj. La electrónica y el control deben renovarse al cabo de unos 20-25 años.

Apostamos por un determinado estándar de calidad y en este aspecto preferimos productos "Made in Germany". Por lo general, los productos alemanes garantizan el suministro de repuestos a largo plazo.

Es decir, la fabricación de los componentes necesarios, como construcciones de chapa que no podemos fabricar nosotros mismos, se encargan a socios alemanes, y los productos necesarios para la producción o los componentes son suministrados por proveedores alemanes de confianza.

Éstas son también las razones por las que usamos las pistolas de pintura de SATA.

Andreas Perrot: Uno de los retos de este proyecto consistió en la necesidad de pintar las agujas no solo exteriormente, sino también por el interior. Esto ha sido posible gracias a los productos de SATA para sellado de espacios huecos.
La selección de la pintura adecuada también es muy importante, ya que por ejemplo algunos relojes están expuestos a fuertes variaciones de temperatura, incluso de entre-40° y + 50° grados Celsius. Además, el pintado debe durar al menos 30 años.

Andreas Perrot: Las pistolas de pintura SATA son de una calidad y fiabilidad excepcional, y son productos "Made in Germany". Además, la gama de productos es muy extensa y nos permite encontrar siempre la solución adecuada para cada necesidad. Como nos preocupa mucho la sostenibilidad, nos alegra comprobar que este es un aspecto muy presente en la filosofía de SATA y que, por ejemplo, también se garantiza un suministro de repuestos a largo plazo.