Charles Crews nos habla de la pintura, la pasión por su profesión y la transmisión de esa pasión a sus hijo

Charles Crews ama su ciudad natal, San Luis, en el estado estadounidense de Misuri. Nació y creció en esta ciudad histórica y vibrante con los valores propios del Medio Oeste, y aquí construyó su vida junto a su familia.

Como suele ocurrir a muchos otros entusiastas del automóvil, Charles creció rodeado de coches desde que era un niño. Su padre era chapista y trabajaba con coches en el garaje familiar. Cuando Charles se aburría, ayudaba a su padre en su trabajo.

"Cuando tenía unos doce años, había un hombre en el vecindario que trabajaba con coches distintos a los de mi padre, estaba más especializado en los pro-street y los hot rod", recuerda Charles. "Solía pasar por allí en bicicleta y pensaba al verlo ,¡Oh, eso es realmente genial!  Así que un día me armé de valor, llamé a su puerta y me ofrecí a limpiar su taller, pero cada vez que se lo pedía, volvía a echarme. Al final se dio por vencido y empecé a cortarle el césped, pero sólo iba los días en que la puerta de su garaje estaba abierta y él estaba trabajando fuera, de modo que pudiera echar un vistazo", nos cuenta riendo. "Al final cedió al molesto niño vecino, y con el tiempo empecé a ayudarle en su trabajo."

Primeros pasos en el sector

Fue durante la escuela secundaria cuando recibió una formación especializada.  Asistía a clases de construcción de carrocerías por la tarde en el programa de carrocería de automóviles.  "Era joven y creía que ya sabía mucho, pero enseguida me di cuenta de que no sabía tanto como pensaba", recuerda Charles.  "Aquellas clases me ayudaron mucho. Aprendí rápidamente a trabajar mejor y con más eficacia."  El programa de carrocería fue lo que realmente le empujó a considerar el trabajo en vehículos como una profesión.

Durante su tiempo en la escuela secundaria, trabajó en un taller, pintando caravanas.  También trabajaba en proyectos para otros o reparaba los coches de sus amigos en el garaje de sus padres. Uno de los primeros proyectos en que trabajó fue un Ford Fairlane del 67, que pertenecía al padre de un amigo suyo; debió de hacer un buen trabajo y causar una buena impresión, porque ahora aquel hombre es su suegro.

"Con todos los coches que pinté durante la época en la escuela secundaria, el suelo del garaje de mis padres parecía más bien un malogrado proyecto artístico de los años 90 con todos esos colores tan locos."

Charles pudo haber elegido otras profesiones, pero su pasión por los coches era demasiado fuerte y se acabó convirtiendo en su estilo de vida. Sólo quería trabajar en coches, aunque no supiese exactamente adónde le llevaría este camino: el mundo del automóvil era su destino profesional. "Si crees en lo que haces y lo amas, todo es posible. Sólo tienes que perseguirlo", asegura Charles. "Me encanta pintar coches; disfruto con todo el proceso de transformación, desde la imprimación hasta el acabado brillante, nuevo y bonito. O tal vez sea el aspecto artístico de la pintura lo que satisface mi creatividad."

Charles trabajó en un taller de reparación de automóviles durante dieciséis años, además de realizar algunos trabajos por encargo. "Mi mujer ha tenido que soportar muchas cosas a lo largo de este viaje, nuevas ideas de negocio o largas horas en el taller, lo ha visto todo", dice. "Los trabajos por encargo requieren mucho tiempo y no gustan a todo el mundo."  Explica que un proyecto le cautiva tanto que la necesidad de completarlo puede convertirse en una adicción.

Nunca sabes adónde te llevará la vida

Por entonces, Noah no disponía de un taller de carrocería en Classic Car Studios, por lo que subcontrató esos trabajo. Así que Charles hizo parte del trabajo contratado en un Camaro y algunos otros trabajos para Noah a lo largo del tiempo.  Siempre estuvieron en contacto, hablaban de coches, se llevaban bien y se hicieron amigos.

Classic Car Studios se convirtió entonces en una gran empresa con su propio taller de carrocería, un departamento de diseño de interiores y todo bajo un mismo techo. " Hablamos durante mucho tiempo sobre si queríamos trabajar para Classic Car Studios y era algo que nos convenía a ambos", comenta Charles.  "Para mí fue un sueño hecho realidad porque esta empresa también está en St. Louis, era lo que siempre había buscado."

Como director general de Classic Car Studios no entra en contacto con el trabajo de producción todos los días, pero sí está siempre cerca. Le encanta interactuar con los clientes y los diferentes aspectos de su trabajo. A veces entra él mismo en la cabina de pintura y pinta con la pistola. "A medida que he ido evolucionando, me gusta tanto la parte empresarial como la creativa, y además tengo la oportunidad de hacer las cosas yo mismo, que es la solución ideal para mí", subraya.

Su trabajo también incluía participar en la serie de televisión Speed Is the New Black, que se emitió durante dos años a partir de 2017. "Como Director General, no sólo supervisaba los proyectos y atendía a nuestros clientes, sino que también tenía que trabajar yo mismo en los coches para cumplir el apretado calendario de rodaje. Los coches tenían que estar terminados en un plazo determinado", recuerda. " Había noches y fines de semana en los que tenía que entrar en la cabina para ayudar a nuestro pintor porque ya había trabajado 80 horas durante la semana, o ayudaba a Scott a sellar un Modelo A en el taller porque nos faltaba personal. Simplemente teníamos que terminar."  Charles cuenta que se divirtió mucho y que la descarga de adrenalina que sintió fue más intensa que nunca en su vida. "No sé cómo hay gente que puede hacerlo durante tantos años. Lo hicimos durante un par de años y fue una buena experiencia. Pero todos trabajamos duro y dedicamos muchas horas."

Classic Car Studios sigue contando con buena parte del equipo original, a pesar de que la serie les ha exigido todo y se sienten afortunados de contar con un grupo tan grande de personas con talento bajo un mismo techo.  "Nuestros chicos y chicas viven los valores familiares del Medio Oeste y querían estar en casa con sus familias", dice. " Todos queríamos eso, la familia lo es todo, así que era difícil mantener el espectáculo en marcha y mantener a la gente contenta."

"Hay muchas más cosas positivas que decir sobre Speed is The New Black en comparación que negativas. Las relaciones comerciales que hemos establecido con los proveedores son estupendas, sobre todo la conexión con los fabricantes de pistolas de pintura, que me lanzaron llaveros durante una feria", dice con una sonrisa. "Pero, en serio, uno de los mayores éxitos del programa fue servir de inspiración para que otras personas se interesaran por esta profesión o, si ya la hacían, para que siguieran trabajando en ella."

A Charles también le gustaba conocer gente. "Era divertido ver a gente bromear sobre algo que había ocurrido en el programa o cuando alguien se nos acercaba y decía que le había encantado ver el programa y que les habíamos inspirado para trabajar en su coche en el garaje de su casa. Me encantó la interacción", dijo. Les dije a los fans del programa que, al fin y al cabo, no somos más que aficionados a los coches que aparecen en un programa de televisión, y que pueden hablar con nosotros de coches".

Classic Car Studios realiza trabajos y dan a cada vehículo su propio estilo. Los aficionados a los coches pueden confiar en la pasión, el orgullo y la integridad que ofrece este equipo.

Transmitiendo conocimientos

Charles trabajó por primera vez con una pistola SATA en la escuela de formación profesional y quería ahorrar suficiente dinero para comprar más tarde su propia pistola. "Mi primera pistola fue una SATAjet B - trabajé mucho con esa pistola, ¡era genial!  El paso de las pistolas con vaso de succión a las pistolas con vaso gravedad marcó un hito en la pintura de vehículos. Sabía la calidad que podía conseguir con esta pistola, así que quería aprender todo lo posible para sacarle el máximo partido. Después de eso siempre procuré tener dinero suficiente para adquirir una nueva pistola cuando salía al mercado, era casi adicto", afirma. "Compré la NR2000 que tenía un cromado iridiscente, y ni siquiera llegué a usarla para pintar. Me pareció tan chula que la dejé en la estantería, y compré otra para pintar. Simplemente me encantan estas pistolas."

Charles transmite su amor por los coches y las pistolas SATA a sus hijos. Su hijo Connor de 17 años, quiere aprender a trabajar con camiones. En 2021, Connor estaba trasteando con una camioneta Chevy Silverado del 98 y cuando llegó el momento de pintarla de rojo, sacó mi PHASER y dijo: ¡Usemos esta, papá!" Charles bromeó: "Se trata de una pistola muy especial para mí, pero cuando Connor le puso pintura, pensé: Vamos a hacerlo." El eslogan publicitario de SATA para la SATAjet 5000 B PHASER es: "Para los momentos especiales"- Y cuando Connor pintó él mismo una gran parte de su propio camión, fue definitivamente un momento especial. "Le encanta esa pistola: fue muy divertido trabajar con él en su camión.  Estoy muy orgulloso de él, fue un buen momento, pero hombre, el niño está más mimado empezando a pintar con una PHASER”, dice riendo. Me alegro por él. El camión salió en la revista OBS Builders Guide de Street Truck Magazine, y participó en la competición SEMA Young Guns de 2022, entrando en los Top 10. Le tiene mucho cariño a este camión".

" Quiero que Connor haga lo que le haga feliz. Por supuesto, me gustaría que progresara en la industria del automóvil, quizá algún día codirigiendo el taller o teniendo su propio taller", subraya." Quiero que siga siendo un apasionado de los coches, eso puede significar muchas cosas diferentes, podría convertirse en ingeniero, chapista o pintor, realmente no me importa mientras se dedique a lo que le gusta".

El hijo menor de Charles, Logan, de 13 años, también se contagió de la pasión de su padre."Logan tiene un Blazer 2WD del 77 preparado para empezar a trabajar en ella Logan se lanzará al proyecto como un loco. Ya veremos qué tipo de trucos se le ocurren, y la verdad es que no sé cómo irá el proyecto", ríe Charles. "No quiero que mis hijos persigan el dinero, quiero que sean felices y persigan sus sueños.»

por Andrea Hindt, Jim Kvatek

Dan-Am Company